- Buenos días
- ¿Que desea comprar hoy señora?
- Lo de siempre, un poco de azúcar.
- ¿Me permite una pregunta?
- Dígame
- ¿Porque motivo viene todos los días y pide azúcar? ¿Como puede gastar toda de un día para otro?
- Cuestiones de trabajo. Tengo un trabajo muy duro, todo el mundo me odia. Para mi trabajo me hace falta dicho azúcar y de vez en cojo una pizca para mi para llevarlo mejor.
- ¿Y de que trabaja usted?
- ¿De verdad que no me reconoce?
- No
- Pues que suerte la suya de no haberme visto nunca. Me llamo Distancia y creo que ya adivina mi trabajo. No me gusta nada hacer este trabajo pero es mi destino.
- Pero sigo sin entender para que necesita el azúcar...
- Tengo un trabajo que a la gente no le gusta, pero yo soy una buena persona por eso me gusta regalarle un poco de este alimento para que, a pesar de los malos momentos que les proporciono por el simple hecho de existir, les endulce un poco la vida y sean un poco más bonita.
- Y yo quejándome de mi trabajo en esta tienda, el suyo sí que es un trabajo duro...
- Pues sí, pero es mi destino. Me voy que tengo mucho trabajo por delante. ¿Cuanto le debo?
- Nada, quiero poner mi granito de arena, en este caso de azúcar, para que la gente sea un poco más feliz. Que pase un buen día. Hasta mañana
- Gracias por todo, hasta mañana.